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Blog – Conectarse o Morir

BLOG - CONECTARSE O MORIR

Por Irene Rubio Garijo

¿Se imaginan un planeta Tierra sin vida, sin color, sin sonidos? ¿Y sin plantas,
sin hongos, sin animales y sin el resto de seres que lo componen? El ser humano
es capaz de acabar con todas las criaturas vivientes de las que depende, con las
que está conectado. Quedaríamos solos, completamente solos… Pero, ¿cuánto
aguantaríamos sin el resto de especies?
Si la sexta extinción masiva continúa, nos encontraremos prácticamente solos,
desprovistos e indefensos en un mundo dependiente.

Desconexión con lo natural, destrucción del hábitat, invasión del territorio,
contaminación, extinción de especies… ¿Responsable? Sin lugar a dudas, el ser
humano, el único animal capaz de acabar con sus semejantes.
Olvidarnos de dónde venimos y lo que fuimos en su momento, destruir cualquier
rincón del planeta Tierra para asentarnos, avanzar y “progresar” está llevando a
la sexta extinción masiva de especies. Y es que ni el meteorito caído hace 66
millones de años que consiguió acabar con los dinosaurios, ni ningún fenómeno
de carácter natural, puede hacer lo que está ocurriendo en el presente: la
desaparición de millones de especies en un breve periodo de tiempo por el
imparable avance y crecimiento de la población humana.
Investigadores de distintos países emplearon datos de la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) con el fin de estimar la extinción
actual de especies. Vieron que en el último siglo, unas 338 especies de
vertebrados han desaparecido de su medio natural y otras 279, también especies
de vertebrados, solo pueden encontrarse en zoológicos.

Se piensa que esta
aproximación es bastante exacta ya que los vertebrados son el grupo animal del
que más datos se dispone. De todas formas, estas cifras podrían ser superiores

si se contaran aquellas especies cuyas poblaciones son tan reducidas que les
es imposible cumplir su función en el ecosistema y que en cualquier momento,
podrían desaparecer.

Si esta pérdida sólo se ve para los vertebrados, ¿qué pasa con el resto de grupos
del reino animal? ¿Y qué pasa con las especies que forman el reino vegetal, el
reino hongos o los otros dos tipos de reino existentes? ¿Sabemos realmente
cuántas especies se están perdiendo en el planeta?
Resulta curioso como el ojo humano es atraído por lo llamativo, lo bonito o lo
desproporcionado. Aunque el elefante y el león destaquen entre los patriarcas
de la extensa sabana cumpliendo cada cual su función, también los insectos o
los organismos imperceptibles a simple vista, cumplen su papel en la naturaleza
por poco llamativos que resulten.

De lo pequeño...

Un claro ejemplo de ello son los descomponedores. ¿Quién puede pensar que
las bacterias, no visibles a simple vista, los hongos, seres que ni se mueven, o
las lombrices, las babosas o algunos insectos, sean capaces de brindarnos
múltiples beneficios? ¿De qué forma?
Los ecosistemas están formados por redes tróficas, a su vez constituidas por
cadenas alimenticias interconectadas entre si y formadas por organismos de
todos los tamaños y formas. Cada organismo o eslabón se clasifica como:
descomponedor, productor o consumidor. La función de los descomponedores
es la de limpiar y reutilizar los desechos de los productores (autótrofos: plantas
y algunos microorganismos) y consumidores (heterótrofos: animales herbívoros
y carnívoros). Esto es, aprovechan la energía y la materia orgánica de los
organismos muertos para transformarla en materia inorgánica que será
aprovechada por los productores y estos últimos serán aprovechados por los
consumidores. Si nos damos cuenta, cada organismo está conectado con otro
por muy diferentes que éstos sean.

1 Criado M.A., (2015). “La sexta gran extinción está en marcha” en El País [En Línea]. Disponible en:
https://elpais.com/elpais/2015/06/19/ciencia/1434727661_836295.html
2 National Geographic, (2017). “La Tierra está a las puertas de la sexta extinción masiva de vertebrados” en National

Geographic España [En Línea]. Disponible en: https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/actualidad/tierra-
esta-las-puertas-sexta-extincion-masiva-vertebrados_11723

¿Imaginan un mundo lleno de desechos, malos olores y enfermedades? Pues
esto sucedería si los descomponedores llegaran a desaparecer. Ni los suelos ni
los mares podrían reciclarse de forma natural 3

. Pasarían a convertirse en zonas

de escasa o nula fertilidad donde a la vegetación le sería difícil crecer.

...pasando por lo mediano...

Seguro que alguna vez se han parado a pensar en las abejas o en los abejorros.
Pero, ¿Solo en las abejas? ¿Solo en los abejorros? Insectos como las avispas,
las abejas, los sírfidos, las moscas, las polillas, los escarabajos o las mariposas,
y otros muchos animales como algunos murciélagos, colibríes, lémures, etc, son
importantes polinizadores. ¿Y qué es un polinizador? Los polinizadores pueden
ser agentes abióticos, como el agua o el aire, o agentes bióticos como los
animales. Estos últimos son capaces de transportar el polen que queda
impregnado en ellos, de una flor a otra favoreciendo la fecundación de las
plantas.
No todas las abejas del mundo son polinizadoras pero si lo son y además de
suma importancia, las especies de abejas solitarias y la abeja de la miel (Apis
mellifera). Sin ellas y sin sus otros compañeros polinizadores, el mundo no sería
como lo conocemos. El uso de pesticidas, herbicidas e insecticidas en la
agricultura, la contaminación, los patógenos y en definitiva, la acción del ser
humano, están provocando el declive de las poblaciones de estas especies. Sin
abejas no habría plantas, sin plantas no habría animales y sin animales, el ser
humano estaría perdido.

...y terminando por lo grande.

¿Cuál es la conclusión?
Para poner esto más fácil, hablemos de fútbol. ¿Qué pasaría si en el fútbol,
deporte en equipo, cada jugador jugara de forma independiente sin contar con el
resto de compañeros? ¿Sería fácil ganar? En cada partido se tiene como objetivo
alcanzar la victoria, por lo que los jugadores se apoyan entre ellos para intentar
3 Galante E. y Marcos-García M.A., (1997). “Detritívoros, Coprófagos y Necrófagos” en Los Artrópodos y el Hombre.
Alicante. No 20: 57-64.

conseguirla. Pero si uno de los compañeros pierde su posición o es expulsado
del partido, todo será más complicado.
Lo mismo pasa en la naturaleza. Vivimos en una perfecta red de conexión entre
organismos. Si un eslabón de importancia se pierde, el resto terminaría
haciéndolo al cabo del tiempo y el ecosistema perdería su equilibrio. Abordar el
problema de la desaparición de una especie es importante, pero lo es aún más
estudiar en conjunto el funcionamiento de los ecosistemas, pues una especie
nunca se encuentra aislada. Ésta depende de otros seres vivos y a su vez, éstos
dependen de ella. Hablamos de extinción gradual: efecto cascada.
Aunque parezca mentira, todos estamos conectados por el mismo hilo. Y aun
ocupando el escalón más alto de la cadena trófica, dependemos por completo
de los integrantes que están en los escalones más bajos. Si estos integrantes de
los que dependemos, empiezan a desaparecer, nos veremos privados de los
muchos beneficios que nos aportan.
Cambiar el actual estilo de vida es algo que todos deberíamos intentar. El ritmo
frenético y el imparable consumismo están haciendo que nos alejemos de lo
natural y en un futuro, quizás no muy lejano, estaremos hablando de nuestra
propia extinción… ¿Quizás sea éste el momento de conectarse?

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