Ver y escuchar la berrea no es solo un viaje a la naturaleza, sino también una oportunidad para conectarse con uno de los ciclos más fascinantes de la fauna ibérica, una verdadera demostración de fuerza y belleza en medio.
Con la llegada del otoño, los bosques de la Val d’Aran se visten de tonos dorados, ocres y rojos, creando un paisaje que parece pintado a mano. Es en este escenario mágico comienza uno de los momentos más esperados del año: la berrea del ciervo. Los venados entran en celo y sus bramidos resuenan al amanecer y al atardecer, llenando el aire de un sonido que conecta lo salvaje con lo místico. Es su manera de atraer a las hembras, en un ritual tan antiguo como la Naturaleza misma.
Acompañados por un/una guía especializada en fauna, tendrás la oportunidad de ser testigo de este espectáculo natural sin perturbar la paz de estos majestuosos animales. En una zona de observación especialmente seleccionada para garantizar su tranquilidad, podrá escuchar y observar la berrea en todo su esplendor.
La experiencia no termina ahí. En completo silencio, te sumergirás en algunos de los rincones más especiales de la Val d’Aran, como Artiga de Lin, Varradòs y Montgarri. Estos lugares, con su mezcla de frondosos bosques y claros abiertos, no solo te permiten ver de cerca a los ciervos, sino también descubrir la rica flora y fauna del entorno💙
Esta experiencia te lleva a presenciar el espectaculo donde los machos emiten sus potentes bramidos en un intento por atraer a las hembras. La actividad, se realiza al amanecer o al atardecer, los momentos más vibrantes del día. La aproximación es en coche, por lo que es una opción accesible para toda la familia. Es ideal llevar ropa de abrigo de colores discretos, y no olvides tus binoculares para no perder detalle. Además, puedes añadir un desayuno o cena en el refugio de Montgarri (En caso de que se realice en este emplazamiento) al finalizar la actividad, ¡o incluso pasar la noche para aprovechar el espectáculo al máximo!
Esta modalidad combina el trekking con la observación de ciervos, lo que añade un reto adicional. En grupos reducidos, te adentrarás a pie por los frondosos bosques de la Val d’Aran en busca de ciervos en plena berrea. El objetivo es aproximarse a los animales sin ser detectados, lo que requiere silencio absoluto y movimientos sigilosos. Dependiendo de la ruta y las condiciones, el grupo puede reducirse incluso con un solo participante por guía. Esta actividad, que se extiende durante seis horas al alba o al atardecer, te permitirá conectar de manera profunda con la fauna y el entorno natural. Es una experiencia de mayor dificultad física, pero altamente gratificante para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Si lo tuyo es la fotografía de Naturaleza, el hide fotográfico es la opción perfecta. Desde un refugio oculto, tendrás la oportunidad de capturar imágenes excepcionales de ciervos en plena berrea sin perturbar su entorno. Este tipo de observación es ideal para aquellos que quieren un acercamiento más sigiloso y prolongado, ya que estarás quieto en un punto estratégico, esperando a que los animales se acerquen de forma natural. Las primeras luces del día o los últimos rayos del sol ofrecen las mejores condiciones para obtener fotografías espectaculares de la fauna local.
¿Por qué está mal hecho llamar a la etnia local bereberes?
Porque su etnia se llama Amazigh.
Lo de bereberes viene de los Romanos, que con ello les querían denominan Bárbaros. Si te pones a pensar bien, ¿Realmente quiénes eran los bárbaros al colonizar otras tierras?
De todos modos, ellos mismos, para facilitar la comunicación, usan la palabra Bereber.
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